Los grandes misterios se mantienen latentes en la memoria colectiva de la sociedad humana, no es casual que de tanto en tanto investigadores, escritores o periodistas se vuelvan a ocupar del Sagrado Grial o si EEUU esconde extraterrestres en el Área 51.
Los argentinos no han sido la excepción, el desconocido destino dado a los fondos de Santa Cruz, recurrentemente vuelve a tomar actualidad.
No hace tanto tiempo que un gobernador anunció su repatriación y rápidamente se vio obligado a renunciar “por problemas personales”, exacerbando aun más la curiosidad de los ciudadanos.

Se debería suponer que la legislatura de Santa Cruz controla las cuentas públicas de ese estado o que los responsables del Ejecutivo local, están al tanto de las disponibilidades monetarias provinciales, pero cuando un audaz periodista plantea estos interrogantes a cualquier funcionario santacruceño, estos empalidecen y con voces entrecortadas derivan la conversación a la exitosa temporada turística en el Calafate o al deshielo anticipado del glaciar Perito Moreno.

Cuesta creer que la Corte Suprema de la Nación o la Corte provincial, más no sea un juez federal, no hayan investigado que sucedió ante tan anómala situación, que ningún fiscal de la República haya mostrado el más mínimo interés sobre un caso que debería obligarlo a actuar de oficio.

Si bien quien fuera gobernador de Santa Cruz, responsable de estos extraños movimientos de dineros públicos y que hoy se encuentra ocupando la Primera Magistratura, jamás responde a una requisitoria periodística o de otro origen, por motivos que en su momento la ciencia de la psiquiatría, develará, el resto de los involucrados parecen haber conformado un pacto de silencio, lo que obligaría a los argentinos a preguntarse en estos momentos, si las reservas que supuestamente está acumulando el Banco Central se encuentran en poder de la institución o han sido depositadas en alguna discreta entidad bancaria de la Confederación Helvética.

fuente: La historia paralela .com .ar
Por: Sigfredo Durán