Las
agencias de Estados Unidos y el Reino Unido
ocultan lo que saben de los encuentros con extraterrestres,
y se han apoderado de la tecnología copiada
de las naves que han derribado, según
ha afirmado un grupo de militares, científicos
y ex funcionarios de Gobierno.
«Los extraterrestres
de civilizaciones avanzadas nos han visitado
desde hace décadas, pero esto ha quedado
dentro del programa más compartimentado
y secreto de Estados Unidos y otros países»,
afirmó Steven Greer, director del grupo
Disclosure Project. Greer y una veintena de
ex funcionarios de gobierno, militares, científicos,
ex miembros de agencias de inteligencia y
empresarios presentaron ayer en el Club de
la Prensa lo que ellos describieron como testimonios
irrebatibles de la existencia de extraterrestres,
sus visitas a nuestro planeta, y el encubrimiento
de esa experiencia. Existen dentro de los
gobiernos de EEUU y del
Reino Unido algunas agencias que controlan
esta información y se resisten a divulgarla
porque ello amenaza los intereses de las grandes
petroleras, de quienes detentan el poder»,
dijo a EFE, Alfred Webre, quien durante la
administración del presidente Jimmy
Carter formó parte de un grupo de estudio
en la Casa Blanca sobre extraterrestres.
Los expertos y testigos presentados por Disclosure
Project sostienen que los extraterrestres
hicieron más clara su presencia después
de la Segunda Guerra Mundial y debido al desarrollo,
por parte de los humanos, de las armas nucleares.
Greer afirmó que «por lo menos
desde los años 40, y quizá desde
los 30, ha habido vehículos espaciales
de origen extraterrestre que fueron derribados,
ocupados y estudiados» por agencias
gubernamentales. «Los
testimonios, corroborados por múltiples
testigos militares muestran que Estados Unidos
y otros países han atacado militarmente
estos vehículos extraterrestres y,
en algunos casos, los han derribado»,
añadió. Greer y otros participantes
del proyecto Disclosure reclamaron que se
suspenda de inmediato todo esfuerzo para la
militarización del espacio y reclamaron
audiencias del Congreso de Estados Unidos
para que se divulgue la información
sobre los extraterrestres. Project Disclosure
sostiene que, mediante el proceso de «ingeniería
revertida», se han desentrañado
las tecnologías que operaban las naves
extraterrestres, y que las agencias involucradas
en esta conspiración conocen desde
hace décadas «una
nueva física» y »usos de
la energía» que cambiarían
toda la estructura económica de la
Tierra. «Quiero
ser claro en esto: la entidad que controla
el asunto de los objetos voladores no identificados
y las tecnologías relacionadas con
ellos, tiene más poder que cualquier
gobierno en el mundo, o que cualquier gobernante
en el mundo», dijo Greer.
Webre dijo que «a los extraterrestres
les preocupan los armamentos nucleares por
el impacto ecológico, y tenemos testimonios
de ex miembros de los servicios de inteligencia
que relatan cómo los OVNIs han seguido
a los aviones que transportaban desde España,
por ejemplo, los componentes de armas nucleares
que debían ser reemplazados periódicamente».
«Tenemos, además, evidencias
de que existe en el universo una ley y un
orden, y en ese orden los terrestres ocupamos
un escalón muy bajo entre las especies
que todavía no han evolucionado más
allá del uso de la guerra para la resolución
de conflictos», dijo Webre. «Los
países anglosajones son los máximos
exponentes del armamentismo, y de todo el
sistema socioeconómico que depende
del uso de la energía de hidrocarburos
-lo que antes se llamaba las 'siete grandes'
petroleras» - por eso mantienen
todo esto oculto», añadió.
Greer dijo que «nadie ha afirmado que
exista una verdadera amenaza de estos OVNIs
para la humanidad». Obviamente, cualquier
civilización capaz de realizar viajes
interestelares de manera rutinaria podría
liquidar nuestra civilización en un
nanosegundo, si ésa fuese su intención»,
dijo y agregó que «el
hecho de que seguimos respirando sobre esta
Tierra es testimonio abundante de la naturaleza
no hostil de estas civilizaciones extraterrestres».
Greer dijo que «el
sistema nacional de defensa contra misiles»
-que ahora apoya el gobierno del presidente
George Bush- es en realidad una cobertura
para el despliegue secreto de un sistema de
armamentos que rastree, haga puntería
y destruya los vehículos extraterrestres
cuando se aproximen a la Tierra o entren a
la atmósfera».