Está
disponible en Internet una gran cantidad de
casos de avistajes de ovnis, desde los que tuvieron
una simple explicación hasta la misteriosa
categoría D, es decir sin respuesta lógica.
Francia se convirtió en el primer
país en hacer público a través
de Internet todos estos casos analizados por
expertos de su agencia aeroespacial sobre
objetos voladores no identificados.
Y no fueron precisamente los extraterrestres
quienes colapsaron el sitio poco después
de habilitarlo, sino el tráfico generado
por decenas de miles de interesados en el
fenómeno ovni.
Las investigaciones fueron realizadas por
el Grupo de Estudios y de Información
de Fenómenos Aeroespaciales No Identificados
(Geipan, por sus siglas en francés).
El organismo que depende del Centro Nacional
de Estudios Espaciales (CNES) fue creado en
la década del 70, pero guarda información
de los primeros testimonios sobre estos objetos
recogidos en 1937.
Desde entonces, sus científicos confiesan
no haber podido dar explicación a por
lo menos uno de cada tres casos.
Los datos de los expertos franceses incluyen
hechos inexplicables documentados desde 1937.
Ayer se publicaron sólo 400 casos,
pero el proyecto contempla llegar con el tiempo
a las cien mil páginas digitales a
disposición del público.
Allí aparecerán las investigaciones,
los datos y las pruebas, obtenidos hasta ahora,
incluidos unos 6.000 testimonios y 3.000 interrogatorios
policiales a los testigos de este tipo de
fenómenos.
Pero también los del futuro…
si es que los ovnis no deciden repentinamente
dejar de visitarnos.
Pero el experto indicó que sí
hay casos que despiertan la curiosidad de
la ciencia, ya sea porque han sido vistos
por miles de personas en varios puntos de
Francia, por marcas dejadas en el terreno
o porque los radares registraron patrones
de vuelo y aceleración que desafían
las leyes de la física.
De los 1.600 casos registrados desde 1954,
cerca de un 25 % están clasificados
como “tipo D”, o sea que “a
pesar de la muy buena calidad de la información
obtenida y testigos creíbles, simplemente
nos enfrentamos a algo que no podemos explicar”,
ilustran los científicos.
Uno de esos hechos figura en los registros
del Geipan fechado el 8 de enero de 1981 en
las afueras de Trans-en-Provence en el sur
de Francia.
Un hombre trabajaba distraídamente
en un campo cuando un extraño silbido
le hizo percatar de un objeto en forma de
plato, de unos dos metros y medio de diámetro
que aterrizaba a sólo unos 50 metros
de donde estaba parado.
Luego de reportar el caso a la policía,
los investigadores llegaron al lugar, tomaron
fotos y muestras del área marcada por
temperaturas de 600 grados por un objeto de
unos 700 kilos que el agricultor describió
como un platillo metálico de un gris
opaco.